autoridades

Acá ando, escribiendo una entrada nueva para este preguntón seráclown, después de un buen tiempo de ausencia.

La semana pasada anduve encontrando en la internet querida algunos artículos sobre clown, casi todo desde Brasil.

Y por ahí me topé con un artículo, llamado “No me toque las narizes, Socorro! Não as pedagogias opressoras com nariz vermelho!”, que me tuvo pensando um buen rato y me motivó a compartirlo por estos pagos. Uma boa escusa pra ler português.

Lau Santos y Fabiana Lazzari, autores del texto, la emprenden contra el abuso de autoridad por parte de algunos docentes de clown. La crítica que quieren transmitir se sintetiza así “a idéia de uma forma disciplinar baseada na relação de um poder opressor e humilhante que permita que a fragilidades emocionais do aprendiz aflorem rapidamente têm sido uma constante nos cursos e oficinas de palhaço.”

La discusión es pedagógica, trata de la relación educativa que establecemos en los talleres de clown. Se pregunta, específicamente, acerca de cómo habilitar la exposición de la propia fragilidad y el disfrute con ello con una intención escénica. Quizá más que preguntarse, en este caso se discute una posible respuesta a la pregunta pedagógica rechazando el abuso de autoridad.

Aunque Santos y Lazzari comienzan su texto admitiendo el hecho de que el payaso está directamente relacionado con la autoridad y el poder, desde sus orígenes y en algunas formas de vínculos entre payasos, creo que su argumentación puede tener una falla relacionada con establecer reglas estrictas. Por momentos me parece que restringen mucho el uso de la autoridad como pedagogía y que establecen una pauta demasiado rígida. Estoy pensando, y me suena que no lo estoy diciendo así que ahora sí lo digo, que el uso de la autoridad en distintas intensidades puede ser un buen motor de provocación hacia el otro mientras buscamos en torno al payaso. Si la relación es de amor y respeto no parece que debieran haber tantas restricciones.

Pero por ahí puede ser que Santos y Lazzari estén de acuerdo con esto último. De hecho, dicen “quem sabe um pacto entre o pedagogo e o aprendiz sobre as relações entre jogo e poder possam ajudar este ator se libertar das máscaras sociais para, assim, vestir a menor máscara do mundo.” Si ese pacto implicara la comprensión de que el pedagogo juega la autoridad, aunque sea en un extremo, el poder no estaría siendo opresor.

Es mi experiencia como aprendiz la que me señala estas ideas que ahora comparto. Existen pedagogos que no usan el juego con la autoridad en la enseñanza y llegan por otro lado, existen pedagogos que sí toman este camino, con amor y respeto; ambos caminos parecen dar sus frutos. El hecho de que algunos talleristas no habiliten este tipo de pacto y abusen de su lugar de autoridad no debería llevarnos a rechazar el recurso por completo.

Sobre esta cuestión recuerdo ahora un par de ideas que he leído pero no recuerdo dónde, así que las comento y si alguien por ahí las identifica agregamos la referencia.

Se ha dicho que en el pasaje del payaso hacia el teatro se ha perdido la figura del carablanca y que hoy se seguiría la tradición del augusto solamente. Es interesante que este comentario también agrega algo sobre la pedagogía; no es solo que la autoridad aparece raramente en la escena sino que su lugar ha girado y quien lo ocupa es el docente de clown.

¡Apareció la referencia original de este comentario!

There is one place that the white face does appear in contemporary European clowning, however, and that is in the role of the clown teacher, especially the one who follows the via negativa , in the tradition of Lecoq and Gaulier. Being limited to the classroom, though, these figures are rarely seen in public.
{En el clown contemporáneo europeo, sin embargo, hay un lugar donde el carablanca aparece y es en el rol del docente de clown, especialmente en aquellos que siguen la via negativa, en la tradición de Lecoq y Gaulier. Aunque estando limitados al aula estas figuras raramente se ven públicamente}

Jon Davison: The Phenomenology of Clown, p. 6.


El otro comentario que me revolotea viene quizás a explicar la situación anterior. La dupla augusto-carablanca es propia de una época y de una forma de concebir el arte payaso, con un atravesamiento mútuo de ambos factores. Por ese lado, puede pensarse que hoy la autoridad no aparece en escena o llega desde un diálogo interno del payaso en sintonía con diferentes formas de relacionamiento subjetivo con la autoridad a nivel social. Siento que esta segunda idea que me revolotea es más atractiva de lo que he logrado transmitir así que trataré de encontrar la referencia e incluir citas, pero por ahora quedémonos con esto.

Hasta acá llegó mi parte de la cháchara, los invito a que lean el artículo y comenten por acá. ¡Novedad!: Tenemos disponible una traducción del texto al español gracias a Sebastián Viera que se tomó el trabajito: se baja de acá.

abrazoz