vértigo


Sí, tengo que ponerme una letra coqueta .

 Recibo en el blog a una persona payasa inquieta, con la fragilidad saltando a la vista, desde la flor de la piel .

Viene Dipi, desde ahí nomás, Buenosaires, y nos habla sobre Ícaro y como payasa también sobre nosotros .

 y la mirada abriendo dice: bienvenida ...

···o···

 Tuve un profesor en la facultad que decía que los proyectoristas de cine tenían prohibido encender las luces de la sala cuando terminaban las proyecciones de dos películas: Ladrón de bicicletas, de Vittorio de Sica y La Madre, de Pudovkin. No vi ninguna de las dos películas en cine, está claro, pero si alguna obra en mi vida podría acercarse a esta idea, esa obra es Icaro, de Finzi Pasca.

Cuando terminaron los aplausos y Finzi Pasca salió del escenario, me costó volver a sentir que estaba en un teatro, sentada, rodeada de gente y presenciando una obra. Quise que en ese momento la gente se callara y ya no se debatiera sobre la persona que eligió o si estaba arreglado o no. No importaba todo eso. Estabamos en presencia de la vida, y no había que hablar de nada. Yo tenia que salir del teatro y no hablar, con nadie, sobre nada. Era un momento para sentir.

También pensé que no iba a poder escribir nada sobre esto, que la experiencia de la obra era eso, una experiencia, y con eso, intransferible. Salimos del teatro y nos fuimos caminando, muchas cuadras. Podría haber estado caminando toda la noche, podría haberme vuelto a Buenos Aires caminando.

Hay algo poderoso que se produce en nosotros cuando nos ponemos de frente a los grandes enigmas. Cuando alguien formula lo que es pregunta. Y lo complejo es la caricia, que nunca llega porque si. Como soplar las heridas porque duelen. No cambia nada y a la vez cambia todo. Estamos ahi, todos mirando como dos personas vuelan sin salir del cuarto y por eso podemos decir que hemos visto Icaro. Si. No hemos visto sino sentido. En palabras del propio Danielle, nos duelen músculos que no sabíamos que teníamos. Echamos luz en las sombras, nos cuesta inaugurar sensaciones, nombrarlas, darle vida. No hay mucho más que decir sobre esto.

Si alguna vez se cruzan con la obra, síganla.