las cenizas y el ReVisTero

A falta de una entrada seria, comprometida con la causa de la teoría del clown, analítica, tiempueda y... en fin, a falta de que yo escribiera algo en este blog hace mucho tiempo... en esta noche de tormenta en Durazno me propongo remendar un poquito el asunto.

Y acá va ese remiendo, una curita, justo cuando empieza a llover y se decide la tormenta. Claro, es una curita, ni siquiera una venda... quizás este blog esté herido de muerte, pero miren como disfruta su agonía... ¿será clown?

La novedad, viene de afuera queridos lectores... Les cuento que estoy actualizando la lista de links del blog. Ahora pasa a llamarse REVISTERO y queda más a la vista (ahí nomás a la derecha de la pantalla, arriba del archivo y abajo de la puerta de la biblioteca.) El revistero se sacude de algunos enlaces viejos que ya no llevaban a ningún lado e incorpora a los siguientes sitios, que les presento en pocas palabras:
  • All Fall Down: The Craft and Art of Physical Comedy. Uno de los blogs más completos que conozco sobre comedia física, con más de 300 posts tocando temas desde la commedia del arte, hasta la danza excéntrica o la física del truco de sacar el mantel rápido sin que se caigan las copas. Su autor, John Towsen es un neoyorquino reconocido por haber escrito un libro clásico sobre historia del clown.
  • Clownbaret. La gente de Clownbaret, una compañía española de clown, ha hecho un laburo tremendo al crear este sitio. Ahí se pueden encontrar multitud de videos de payasos clásicos y contemporáneos. Recomiendo especialmente, sobre un tema que me encanta: la repetición de un mismo número por diferentes payasos, los artículos exhaustivos sobre el gag del espejo y el gag de la batería invisible.
  • We don't do Humour Studies. El blog se llama literalmente "No hacemos Estudios del Humor", una especie de declaración acerca de que les interesa la teoría acerca de la risa, lo cómico y todos estos asuntos, pero que no están para que les apliquen la masa (como decimos en mis pagos). El blog está en inglés y advierto que tiene un corte intelectual imporrrrtante. Pueden encontrar, entre otras cosas, análisis sobre las tres principales teorías de la risa: superioridad, incongruencia y catarsis. Llegué ahí porque estoy leyendo un libro interesantísimo de Simon Critchley sobre el humor.
  • ACTUALIZACIÓN: En los comentarios Betha aporta un enlace al genial blog Diario Clown de "Marta de Marte". Queda el link acá y en el revistero.
Ah, ¿y si les pregunto a las lectoras y a los lectores que tienen ellos en su revistero?

Eso es, ¿qué leen ustedes sobre cuestiones clownescas?
¡Cuenten!



¿Papel Maché? La Veritá en Montevideo


Pasó La Veritá por Montevideo. Una obra de la compañía Finzi Pasca, inspirada en el surrealismo de Salvador Dalí. Esperada con ansias, la obra desplegó un potencial artístico impresionante y demostró que la compañía posee entre sus miembros a grandes artistas del circo contemporáneo.

Es una obra que te deja boquiabierto, que juega en el límite de lo humano y lo que está más allá, compartiendo un nivel tal de virtuosismo técnico que deslumbra. Además de esto, claro, la obra incluye como uno de sus personajes principales a un telón pintado por el propio Salvador Dalí. Un telón enorme y fascinante, un telón que da que hablar. Sin embargo, en lo que sigue no voy a hablar del costado surrealista en la obra (Horacio Botta ha escrito un artículo entusiasta al respecto y en este otro link hay un montón de imágenes sobre los telones de Dalí).

Quiero hacerme la pregunta que nombra este blog acerca de La Veritá. Nos invito a pensar sobre el lugar de los payasos, sobre la estética clownesca en esta obra.

Al terminar la obra, sentí un nosequé. Me pareció que en medio del despliegue enorme y muy potente de las destrezas circenses, la fragilidad de los payasos no había tenido lugar; el lugar de los payasos había sido presentar gags efectivos (como imitar un pene con un cilindro grande o caerse del proscenio hacia abajo del escenario), complaciendo al público. Creo que no había sido ese el lugar de los clowns en las otras obras que vimos de Finzi Pasca, pero más allá de eso me pregunto si es ese el lugar de los payasos en general.

¿Cómo? ¿Hay uno solo? ¿Un único lugar? Veo que mi comentario lo supone, o al menos supone que hay que exigir al payaso algo más que un rol de entretenimiento. ¿Será así? El propio trabajo de Daniele Finzi Pasca en Ícaro muestra cómo un payaso puede entretener y conmover desde la fragilidad, donde el espectador es puesto en complicidad e invitado a re/preguntarse acerca de su experiencia de vida, poniéndose en juego.

La Veritá, por su parte, destaca la trascendencia en lugar de la fragilidad, subrayando lo casi-angelical del ser humano cuando es llevado a los límites de su habilidad. Aquí el protagonista es el artista circense, el que nos sorprende por lo que puede, el que nos mantiene en tensión, el que nos atrapa. Pero a pesar de algún intento en un monólogo de Beatriz Sayad (el de los caramelos de menta) la obra no alcanza a comprometer al espectador en un cuestionamiento vivencial acerca de sí mismo. O lo que es mucho menos radical, a mí no me pasó eso...

Para terminar este balbuceo de impresiones que quisieran ser contestadas, desafiadas y acompañadas por sus comentarios, me gustaría compartirles un texto de la revista del 7º encuentro Anjos do Picadeiro. Quien quiera leer el texto completo, escrito por Adriana Schneider, lo puede encontrar en la biblioteca del Núcleo de Investigación entre Payasos, acá queda solo un fragmento en el cuál se problematiza nuestra tendencia hacia la admiración.

"Deconstruyendo Gurúes: la técnica al servicio de qué? (...) ¿Qué nos dicen acerca de nosotros mismos nuestras elecciones estéticas? ¿Estaríamos en búsqueda de una técnica única, ideal, de alguna manera inalcanzable, utópica, ya que nos hace querer algo que está fuera de nosotros, siempre en el otro, cuando deberíamos buscar en nosotros mismos? Sí, podemos devorar a todos, alguien diría, y yo estaría de acuerdo, pero ¿en qué medida esa falta de conciencia de nuestras elecciones y gustos nos hace rehenes de modelos idealizados? Hace falta pensar sobre todo esto, así como también desmitificar nuestras idealizaciones en torno a la figura del payaso. (...) ¿Qué estamos buscando en verdad? ... Descifrar la técnica es ver a través. Mirar a través es una actitud política. El payaso no es un revolucionario, el revolucionario puede ser aquel que, concientemente, se expresa y actúa a través suyo."